La vuelta de esta semifinal se presentaba como un partido trepidante con una afición volcada en apoyar a su equipo y esto se notó muchísimo en la actitud y el empuje del equipo que volvió a ser ese equipo al que todos echábamos de menos, un equipo con casta, coraje, pasión y garra, un equipo que no se deja amedrentar por los resultados adversos, en definitiva el equipo del que todos los madridistas nos sentimos orgullosos.
Como digo una afición volcada, durante todo el partido se notó el empuje de todo el Bernabeu. Apareció el jugador numero doce, el único jugador que puede desequilibrar un partido tanto a favor como en contra, esta vez si se oyó a todo el estadio cantar y apoyar todos a una desde antes de que el equipo pisara el campo.
Apoyándolos en la llegada al estadio:
Durante el himno con un gran mosaico:
Y el Real Madrid supo responder a este apoyo con intensidad y ocasiones desde el minuto uno:
Aunque tardaron, los goles llegaron y con ellos las ilusiones madridistas:
Pero no pudo ser y la desilusión se apoderó un año más de los corazones blancos:

La décima se hace esperar pero no me cabe la menor duda de que jugando como este martes no tardará en estar en nuestras vitrinas:

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